"El líder de PRO tuvo que tomar aire varias veces antes de comenzar a hablar. Se sabe: no es un gran orador y tampoco disfruta de hablar en público..." "Si alguien esperaba que la alegría le diera paso a un discurso encendido, pecó de ingenuo. El candidato se mostró en la misma línea que mantuvo a lo largo de la campaña y no se aportó ni un ápice del contenido del discurso que había elaborado a lo largo de la tarde. Lo peor que podemos hacer ahora es cambiar (sic), le habían aconsejado sus asesores."
Leyendo esto, creo que no quedan dudas... Piénselo seriamente.
Fuente: Diario Clarín 04/06/2007
lunes, 4 de junio de 2007
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